El Mundo fue creado por el Primordial, el primero de todos, un ente omnipresente que luego de terminar su obra, el mundo y sus primeros habitantes usando su propia esencia, se dedico a observar y seguir de cerca sus inicios, acompañándolos modificando y mejorando el paisaje siempre que fuera necesario.
Cuando los habitantes de ser seres primitivos que vivían en mamadas, se empezaron a juntar en grandes grupos , creando asentamientos que prosperaban cada ves mas rápido en gran parte del mundo, el Primordial con intención de experimentar y curiosear, decide hacer un cambio importante, que fue el de dividir el mundo entero en dos partes iguales mediante el levantamiento de una alta y ancha cordillera, a la que mas tarde le hace una brecha en el centro y crea un pozo en el que desembocan los ríos de ambos hemisferios, dejando como paso entre cada lado del mundo, 2 estrechos pasos, uno a cada lado de la desembocadura de los ríos.
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A partir de ahí el Primordial empieza a ver como cada mitad del mundo crece y se desarrolla paralelamente ya que las condiciones geográficas y ambientales no son las mismas en cada una.
Aburrido de su estado de omnipresencia, el Primordial crea un avatar con gran parte de su esencia, para de ese modo poder ser sólido, táctil y visible, poder ser capaz de interactuar y relacionarse con el mundo que el mismo había creado y que durante mucho tiempo, vio desde lejos y desde cerca al mismo tiempo, pero siempre como un ojo flotante, o como el viento, ahora el podía sentir, realmente su mundo.
Vagando por las tierras, era visto por algunos habitantes a lo lejos, entra arboles, entre la niebla, entre la noche, llamaba la atención la imagen de un ser solitario caminando sin rumbo, pero no era algo que alertara a nadie.
Las antiguas tribus y clanes de los primeros seres del mundo ya han notablemente evolucionado, concentrado, y formado grandes ciudades, lideradas por personajes importantes, con actitudes marcadas y sobresalientes, las cuales los han situado en el poder y han logrado mantener su linaje a lo largo de los años.
El Avatar nota construcciones solidas, guarniciones, castillos, fortalezas, murallas, torres que les atrae mucho, las explora y examina, hace esto por todo el mundo, también observando como se han ido marcando diferencias entre los habitantes en los distintos hemisferios, así como dentro de cada uno varían entre si también , las pieles, las vestimentas, las casas, las costumbres, la organización de cada grupo; y logra entender que en el mundo se han formado 6 facciones predominantes que se han repartido gran parte del mundo mediante batallas y conquistas pertenecientes a guerras peleadas entre 2 o mas facciones dando como resultado la organización del territorio tal como está en el momento que el Avatar apareció.
Decidido a hacer su propia facción, el Primordial dirige su Avatar al centro del mundo, el cual aún permanecía sin ocupar.
Levanta un castillo en el extremo de la cordillera norte, el cual permite la entrada al interior hueco del gran cordón de rocas, al final del mismo, acercándose al límite norte del mundo , crea un pasaje, o portal, que lleva, al final de la cordillera sur, en el extremo sur del mundo , de este modo uniendo de forma extra física las dos cordilleras, para , dentro de ella crear su propia facción.
El Avatar selecciona los animales que mas le agradaron del mundo exterior, los modifica en forma y tamaño, les da la capacidad de comunicarse como lo hacen los habitantes de las ciudades y los empieza a crear de a cientos , logrando miles, y cientos de miles de estos seres.
Crea un pequeño sol para iluminar las ciudades ocultas y darles una vida parecida a la de los habitantes exteriores, decide tapar la entrada a al castillo haciendo crecer arboles que camuflan el pasadizo al interior de la cordillera por si algún día alguien llegara a explorar esa zona del mundo.
Así convivio normalmente entre sus nuevas creaciones durante un largo tiempo, dejando de lado a sus primeros y viejos habitantes del mundo, quienes empezaron a movilizarse en diferentes puntos del plano en busca de nuevas tierras y seguir expandiéndose.
Mientras el Avatar seguía en el interior de las cordilleras, el Primordial prestaba atención a los enfrentamientos y encuentros hostiles entre las diferentes facciones, en su afán por conseguir mas territorios, durante cortos años hubieron batallas, grandes batallas donde al final del día se contaban miles de seres sin vida que lucharon por un ideal, fuere el que fuere, pero en definitiva, todos ellos encontraron un final violento a sus existencias.
Estos hechos hubiesen sido normales, de no ser por la cantidad masiva de soldados que se movieron por el mundo.
Una facción, en el hemisferio Oeste se vio atacada durante meses por dos facciones, que la rodearon, apretaron y destruyeron por completo arrasando masivamente con todas sus ciudad y habitantes, sus territorios fueron divididos entre las dos naciones atacantes.
El Primordial expectante, fue absorbiendo como datos todos esos hechos, y las actitudes que se tenían entre si las facciones, en la lucha por el mundo que tan pacíficamente se les había otorgado.
El Avatar, que era gran parte del Primordial, se entero de todo lo que iba pasando a lo largo de los años, tiempo en el que al final ideo un nuevo experimento para poner a prueba el verdadero nivel de supervivencia de los violentos habitantes del mundo.
El Primordial, para llevar a cabo el experimento que su Avatar formuló, influyo en las mentes de los altos líderes de cada facción para que uno a uno tomen decisiones que en poco tiempo terminaran en la organización de expediciones para enviarlas a explorar el centro del mundo provocando un gran encuentro y choque entre ellas en la entrada del castillo del mismo Avatar.
Pocos fueron los días que tomaron para que las expediciones se formaran bajo las ordenes de los lideres de cada facción en cuestión y se pusieran en marcha hacia el centro del mundo.
Primero llegaron las dos expediciones del Oeste, quienes en el camino, pocos kilómetros antes de llegar al centro del mundo, se cruzaron y unieron, solo por el hecho de ir a tierras desconocidas, no por acto de buena fe.
Acamparon 2 días frente al gran cumulo de arboles mientras del otro lado llegaron las tres facciones restantes, el mismo día, con horas de diferencia.
En el lado de las facciones del este, había tensión, pues las 3 estaban enemistadas y estaban por el mismo propósito, encomendado por sus diferentes líderes: llegar al destino y cruzar al otro lado para explorar nuevas tierras para volver más fuerte al imperio de quien pise dichas tierras.
Cuando las dos expediciones del Oeste deciden adentrarse en el bosque para cruzar al otro lado, la tierra se empieza a mover y se hoyen temblores bajo el suelo, de repente los arboles empiezan a desprender sus raíces y se mueven hacia la las rocas, subiendo por el pie de la cordillera, dejando, a lo lejos, a la vista de los soldados, las torres exteriores del gran castillo del Avatar.
Solo 6 kilómetros separan a las expediciones de cada hemisferio, cada una esta a 3 kilómetros del centro, de la entrada a al reino del Avatar.
Las expediciones, con cautela ante tal extraño acontecimiento, pero con curiosidad, y sin olvidar las ordenes de sus líderes, comienzan a recorrer metro a metro el paso Norte que une ambas mitades del mundo; lo mismo hacen las otras facciones, pero sumado al asombro y el no olvidarse las ordenes de sus emperadores, tienen la presión entre ellos , pues hasta no hace mucho se enfrentaron en batallas sangrientas en defensa de su patria.
Dos de las tres facciones del Este van por el paso del norte mientras que la otra se separa, para evitar algún engaño y se dirige al sur, para ir al otro lado por el paso sur.
Luego de tres horas de marcha, en el paso del norte, las facciones de las distintas partes del mundo se divisan entre si, se quedan estáticas un minuto , rápidamente cada una manda un mensajero para encontrarse a mitad de camino entre la distancia que separa las cuatro facciones.
Los mensajeros se encuentran y empiezan a darse a conocer frente a los extraños, pero no se entienden, ante este hecho, el Primordial decide que todos ahora en el mundo hablen el mismo dialecto, para de ese modo evitar problemas, y al mismo tiempo se pueda llevar a cabo el plan.
Los soldados en el centro del encuentro de repente sienten entenderse el uno al otro, al cabo de unos minutos de intercambio de palabras y presentaciones, dan la orden al resto de la expedición de cada facción en sí, para avanzar, asi es como todos se encuentran, luego de verses los unos a los otros, se percatan de que están parados frente a un gran castillo que se levanta cientos de metros sobre sus cabezas.
Los capitanes de cada una de las cuatro expediciones se reúnen y empiezan a discutir, pues hay un choque de intereses, pero al mismo tiempo, se encuentran con el hecho de que no hay territorios sin ocupar al otro lado, pues, cada uno es prueba solida de que hay vida y reinos tanto de un lado como del otro, por lo que mas allá de explorar para conocer esas tierras, no se podría colonizar nada que no esté ya en manos de otro imperio.
Entonces ahí es cuando el capitán de la facción norte, del hemisferio Oeste agrega a la discusión, que lo único que hay que averiguar, es porque el centro del mundo que se suponía deshabitado, así como la mitad opuesta a cada uno, tiene un gran y misterioso castillo al pie de la cordillera y parece meterse adentro de la misma.
Luego de organizarse, se ponen de pie y cada uno va con su grupo de hombres, y se ponen en movimiento hacia la entrada de la fortaleza.
El castillo del Avatar
Mientras tanto, la quinta facción, la tercera del Este se encontraba a mitad de camino del paso sur, como al Avatar no le gusto el hecho de que ellos se hayan ido de donde el tenia planeado que estuvieran, hizo que los arboles se levantaran y atacaran a los soldados para hacerlos retirar y volver por donde venían.
Cuando llegan a su punto de partida, la facción del Este se encuentra con que no hay nadie, las otras 2 facciones aún no habían vuelto y no había mas alternativa que ir por el paso del norte para llevar a cabo las ordenes de su emperador, y al mismo tiempo ver si hay señal de vida de las demás expediciones, así es como se dirigen hacia el estrecho pasadizo y emprenden la marcha.
A no mucha distancia de allí las 4 expediciones se encuentran frente al portón principal del castillo, parece un callejón sin salida hasta que las puertas se abren y se empieza a ser visible, desde la oscuridad que se proyecta del interior del castillo, una figura, es el Avatar quien da unos pasos adelante, se para y saluda a los perplejos huéspedes.
Uno de los capitanes de las facciones del Este exige bruscamente la identificación de aquel desconocido ser, mientras que en las formaciones de los soldados se murmuran dudosos el acontecimiento.
No pasan varios segundos hasta que uno de los capitanes relaciona esa misteriosa figura, su sombra, su forma con la del nómada errante que hasta hace muchos años era visto por muchos granjeros, cazadores aventureros y centinelas pero de quienes los relatos de dichas visiones y apariciones eran solo tomados como uno más del montón o una mala pasada de la imaginación y nunca se tomo en cuenta como algo serio.
El Avatar ante tal acusación, ve necesario para calmar a los presentes, decir sencillamente la verdad y afirma la suposición que el capitán acaba de decir.
Les explica quien el es, que hace, y porque ellos están ahí; cuando se enteran del hecho que sus líderes, todos, fueron manipulados sobrenaturalmente para que se lleve a cabo el descabellado plan del Avatar los capitanes obedeciendo sus instintos militares, y estimulados por el instinto de supervivencia ordenan la aniquilación de ese personaje gritando “¡A por el!”, “¡Destrúyanlo!”, “¡A la carga!” al unísono en un intento desaforado por acabar con el inminente peligro a sus existencias; cuando están cargando el Avatar levanta sus brazos al cielo y de un instante a otro se separa del suele , y levita a gran velocidad y se va arriba, a las almenas del castillo y da una señal, la señal que empezaría con el horror para todos los habitantes del mundo.
Cientos de enormes bestias de todas las formas y variaciones de tamaños salían al mismo tiempo de todas las aperturas del castillo, del portón principal, de los ventanales de la muralla, de las torres; bestias voladoras, terrestres, escurridizas, saltarines, lentas y rápidas rodearon y sin dar tiempo al reagrupamiento de los soldados y sus capitanes, los atacan sin piedad ni remordimiento.
El enfrentamiento fue rápido, poco pudieron hacer los mal organizados y desprevenidos soldados contra un numero miles de veces mayor de bestias poderosas que no tenían ninguna intención de tomar prisioneros ni perdonar vidas, excepto la de los lideres de cada facción y un pequeño numero de monturas para que pudieran regresar a sus ciudades y alertar a sus emperadores y generales el caos que esta por llegar a sus tierras.
El Avatar baja de su posición, desde la cual observo entretenido la masacre, se acerco a los 4 agotados capitanes y les dio 1 runa a un capitán de cada lado del mundo, las 2 runas tenían dibujado el mapa del mundo actualmente con la ubicación de todas las ciudades del mundo y los imperios a los que pertenecen.
Con esos mapas el Avatar les da la oportunidad de que sus lideres tomen las decisiones correctas que los tendrían que ayudar a salvarlos de la exterminación y extinción a manos de la horda de bestial que en poco tiempo comenzaría a esparcirse por todo el mundo.
En ese momento se ve arriba al lugar la expedición restante, quienes se detienen a unos cuantos metros del lugar en el que sucedió la masacre, el Avatar no decide atacarlos, les dice a los cuatro capitanes que deben partir, y a los dos del Este les encomienda contarles al capitán de la quinta facción que es lo que ha pasado y lo que pasará, tienen una runa que ayudara a la organización de las 3 naciones del este, deben arreglarse por su cuenta.
Todos parten, los capitanes hacen gran parte del recorrido juntos hasta que deben separarse para cada uno ir a su capital, mientras que los 3 capitanes restantes hacen lo mismo, pero el de la quinta facción, antes de separarse de los otros dos, en un acto de buena fe, le pide la runa al capitán que la llevaba consigo, prometiendo cuidarla en el camino restante, y que prometía dar ayuda en el futuro.
Una vez cada capitán de regreso a su capital, le cuenta lo acontecido en el centro del mundo a su emperador, quienes uno por uno fueron reuniendo a sus generales para formar consejos en donde se decidiría que pasos seguir.
Las dos facciones del Oeste se vuelven a unir bajo alianza, las facciones del norte y centro del Este del mundo, se alían mientras que la facción del sur quien poseía la runa, aun no daba mas señal de la de fortificarse y poner en marcha todos sus centros producción armamentista por su cuenta.
Pasan semanas y el año llega a su fin; con un nuevo año para el mundo, el Avatar impaciente decide que es momento de seguir con el plan: libera su horda y las bestian empiezan a cubrir la superficie del mundo, dirigiéndose a las capitales de las naciones.
En pocos días se da el primer contacto, durante el dia en el Oeste y durante la noche en el Este.
Asi comenzaron los tiempos de guerra, las bestias durante meses asediaron a los primogénitos del mundo amenazando su existencia, durante ese tiempo hubo avanzadas y retiradas en ambos bandos, hasta que con el esfuerzo que venían poniendo los defensores del Oeste, empiezan a hacer retroceder a las bestias alejándolas de las ciudades, empujándolas hacia el centro del mundo.
En el Este, el imperio del centro, estuvo cerca de su destrucción sino hasta la aparición del imperio del sur, quienes con su gran poderío militar lograron hacer retirar las bestias dividiéndose en dos grandes cuerpos, uno que se encargaba del frente, y otro el que fue a ayudar a la facción central, para así luego junto con la del norte formar un bloqueo y empezar a hacer retroceder las bestias quienes estaban empezando a perder posición rápidamente de forma progresiva.
El avatar, estaba asombrado, estaba obteniendo resultados de su plan que no era nada mas que el experimento de prueba del valor que la creación del Primordial tenia, y al mismo tiempo, un gran espectáculo a nivel mundial del que no se tenia antecedentes.
Los primeros en llegar a las afueras del castillo del Avatar fueron las dos facciones del Oeste quienes tras hacer que las bestias restantes del ataque a sus tierras se escondieran dentro del castillo, construyeron puestos de avanzadas para evitar que vuelvan a salir, mientras esperaban que algún milagro pasara, pues no tenían idea de lo que en el otro lado del mundo estaba ocurriendo.
Dos días después, los centinelas divisan una bandada de bestias voladoras que venían del otro lado de la cordillera; comprendieron horas después que huían, de los ejércitos de los cuales sus estandartes se empezaban a divisar en el horizonte.
Los generales del Oeste organizan sus tropas para estar listos a realizar una unión de fuerzas con el Este y dirigirse al castillo.
Los cinco ejércitos se encuentran en el centro del paso en largas filas de pocas columnas por su estrecho tamaño, y se plantan en la entrada del castillo, llamando al Avatar, quien había recibido el nombre de Braprus, por parte de las facciones del Este, para poder referirse a él.
Braprus aparece y se ubica delante de las primeras líneas de los ejércitos que lograron salvar su lugar en el mundo.
Los felicita de modo amable y los generales con un amargo sentimiento de asco ante tal actitud le responden que ese, era su fin, el y su castillo iban a ser destruidos junto las bestias restantes de su creación.
Ahí es cuando Braprus los calla aclarando que ni él, ni su castillo podrían ser jamás destruidos, prosiguió admitiendo que el temía por sus creaciones, las bestias, y que , ya su experimento había concluido y los iba a dejar en paz.
Les explica que a diferencia de ellos, quienes habían recibido la capacidad del libre albedrío de la mano del Primordial, las bestias, creación de él mismo, no lo tenían y actuaron bajo las influencias de sus mentes por parte del Avatar, por eso , ahora que todo terminó, los soltaría para que vivan por su cuenta.
Esas palabras no apaciguaron la ira y el odio que les tenían los generales y los miles de soldados a Braprus y sus bestias.
El lo sabia, por eso se despide de todos se va a su castillo y a continuación un temblor de inmesas magnitudes se empiezan a sentir, comienzan a caer rocas a los alrededores: el Avatar antes de dejar de participar en la historia del mundo, hace su último cambio a la forma del mismo, tirando abajo el cordon de montañas de kilómetros de altura que rodean el borde del mundo, asi como derrumba la Cordillera Sur y la Cordillera Norte, las cuales hasta entonces habían sido las paredes y techos del Imperio del Avatar, solo quedan intactos los portalos en ambos extremos de lo que antes eran la cordilleras, su castillo y un monolito gigante de piedra en el lado opuesto del centro del mundo, en el paso Sur.
Estos derrumbes masivos de piedra, hacen que se desparramen toneladas de polvo, tierra y rocas por todo el mundo, que irán cambiando el relieve en todos los rincones del mismo durante las siguientes semanas a medida se irá asentando dichos restos.
El área cercana al castillo de Braprus no se va a ver afectada por estos hechos, por lo que inevitablemente, los 5 ejércitos deberán acampar y esperar unos cuantos días antes de poder partir cada uno a su tierra patria.
En esos días, las bestias sobrevivientes salen de sus escondites y se quedan juntas, al margen del campamento que las observan a cada instante del día y noche precavidamente, aunque luego comprenden que realmente, las bestias ya no muestran hostilidad y las palabras del Avatar eran ciertas.
Cuando el panorama esta mas apaciguado, y es posible emprender el camino de vuelta cada uno a sus tierras, se hace un acuerdo entre todos los ahí presentes, y es que a partir de ese día, tanto bestias como las cinco facciones iban a tener el mismo derecho a habitar en el mundo, y las bestias iban a tomar sus propios caminos, cada una dirigiéndose hacia donde pertenecen de acuerdo a de donde Braprus tomo ejemplos de animales ya existentes para crearlas, así de ese modo ahora todos podrían tener una vida normal.
Las tierras patrias de todas las facciones estaban prácticamente en ruina, había apenas un puñado de miles de sobrevivientes en cada ciudad, sumado a esas perdidas, muchos soldados perecieron en el camino de vuelta por las condiciones adversas en las que tuvieron que viajar.
La población mundial se redujo de decenas de millones de habitantes, a solo unos cientos de miles en todo el mundo, sumado las bestias quienes todas en total no llegan a la mitad de la población de las facciones.
Ha comenzado una nueva etapa, una nueva era, la de la reconstrucción y la recuperación de los pasados poderíos imperiales que regían las tierras.
Pacíficamente durante años se llevo a cabo esta tarea, pero los generales que participaron en el último encuentro con Braprus años atrás, quienes ahora son los lideres de cada facción en cuestión, no olvidan la forma real del mundo, sus dimensiones y la cantidad de tierras que ahora, que la población mundial es tan baja, están deshabitadas, sin ocupar y sin alguien que las defienda.
De acuerdo a esto, cada uno a su modo eligió expandirse por las tierras desconocidas e ir mas allá del territorio que en el pasado ocuparon, mediante el envío de Partidas o Grupos de soldados liderados por los veteranos de la guerra contra Braprus, para establecer asentamientos y construir puestos de avanzada e ir agrandando los limites de las renacientes facciones.
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